viernes, 17 de julio de 2009

el síndrome

Hoy me siento fugitiva, fugitiva de mis actos, fugitiva de mis contradicciones.

Siempre la cuenta atrás aparecía en mi cabeza, a veces no me dejaba dormir, a veces me atacaba un domingo cualquiera.

Estamos en punto muerto, estamos en punto herido.

Se nace con "la necesidad", pero esta se disfraza de actitudes, objetivos y de hechos, que embaucan a la ingenuidad y entran por esa puerta abierta por la que tantas corrientes de aire han pasado.

De nada sirve llevar la contraria a los demás y menos aún llevársela a uno mismo.

Somos dueños de nuestros actos, pero éstos a veces se duermen a la espera de esa tormenta que en días como hoy sabemos que llegará, en otras ocasiones se revelan, dueños de uno mismo, y con todo su derecho. Entonces igual nuestros actos son dueños de uno mismo, que más dará.


Estocolmo es una ciudad muy bonita, la cual he pensado en visitar, pero eso si, nunca me quedaré a vivir en ella.